domingo, 15 de septiembre de 2013

Sacrifiquemos a la vaca, o quizás...

   Desde hace un tiempo para acá, se viene hablando en los medios sobre Vaca Muerta. Para los que no saben, Vaca Muerta es uno de las reservas no convencionales de hidrocarburos más grande del país. Pero, ¿qué es una reserva no convencional?
   Las reservas no convencionales son reservas de hidrocarburos que abarcan una extensa área de roca impermeable. Por esto, este tipo de reservas necesita un gran estímulo para ser explotados debido a que la roca madre no deja que los hidrocarburos suban a la roca reservorio. Para lograr esto se utiliza una técnica conocida como Fracking, que lo que hace es aumentar la permeabilidad de la roca madre al bombear agua con “arena” y esferas de sílice a alta presión para fracturar la roca. Ese líquido ingresa en las fracturas, las esferas de sílice quedan alojadas allí y hacen que la fractura no se vuelva a cerrar. 
   Para nosotros y el resto del mundo, es muy importante la explotación de este tipo de yacimientos porque las cuencas sedimentarias convencionales ya están estudiadas y perforadas.
   Sin embargo, específicamente para nosotros, la extracción de hidrocarburos de Vaca Muerta es muy importante porque sería una especie de “salvavidas” no sólo energético, sino también económico. A pesar de esto, sigue siendo estudiada en la actualidad, por lo que no se sabe si su extracción es rentable o no. En mi opinión, todo depende de encontrar la vuelta de tuerca para que esta extracción sea rentable, eso si, para que sea comercialmente viable tiene que ser masivo.
   En fin, ahora que están más informados, la razón por la que Vaca Muerta es un tema “caliente” ahora es porque hay dos posturas muy marcadas en relación a si se debería explotar o no, porque podría tener un impacto negativo en el ambiente, y antes de explicarles mi postura al respecto, les voy a dejar un poquito más de información.

¿Cuáles son las ventajas?
  • Se sabe donde están alojados los hidrocarburos, por lo que el impacto ambiental es menor ya que no se tiene que gastar energía en buscar sin tener la certeza de encontrar,
  • El desarrollo de estos hidrocarburos lleva directamente al aumento de las reservas del país,
  • Su extracción sería una gran ayuda económica.

¿Y las desventajas?
  • Este tipo de hidrocarburos es muy heterogéneo,
  • Es complicada y costosa su extracción,
  • Habrá un serio déficit de agua,
  • Una posible contaminación de napas,
  • La extracción se realizaría con la colaboración de una empresa extranjera, Chevron.



   Si alguno de los que esta leyendo esta entrada leyó alguna otra de las que se encuentran en este blog, sabrán que mantengo posturas bastante fuertes sobre los diferentes temas de los que hablo, sin embargo, por primera vez voy a admitir que me siento en un vaivén. Por un lado, estoy a favor de la explotación de Vaca Muerta, porque, como dije antes, es un gran salvavidas energético y económico. Su extracción será complicada y costosa, pero hasta en yacimientos convencionales las extracciones son complicadas y costosas. Asimismo, entiendo el descontento por involucrar en la extracción a una empresa extranjera, pero la realidad es que no poseemos el capital para hacerlo por nuestra cuenta, por lo que no me parece mal. Además, los expertos afirman que la contaminación de napas es imposible que suceda porque no hay conexión entre las fracturas ampliadas por el fracking que se haría en Vaca Muerta y el de los acuíferos explotables por las diferentes profundidades entre ellas. Ahora, me encantaría decirles que, por esta razón, los ambientalistas hablan por hablar sin informase antes, pero no puedo porque yo también tengo mis reservas al respecto. Más allá de esto, mi mayor preocupación es el déficit de agua que se produciría. La explotación de Vaca Muerta supondría un consumo altísimo de agua en una región donde de por si ya es escasa, y es aquí donde me replanteo el sentido de todo esto. Detengámonos a pensar por un momento en la ironía del asunto: si el sentido de todo esto es simple y llanamente poder avanzar un poco más como país, ¿estaríamos dispuestos a sacrificar, para poder conseguirlo, no sólo cultivos y ganado, sino quizás también vidas humanas? ¿No es contraproducente ganar dinero, por un lado, con los recursos que serían obtenidos y perderlo, por el otro, con las cosechas y el ganado perdido por la falta de agua?

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